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Mostrando entradas de junio, 2018

Algunos poemas del libro Celosía

ALGUNOS POEMAS DEL LIBRO CELOSÍA                     Climaterio Observo la matriz, mi nombre es el único óvulo que quieren mis ovarios. Mareas encarnadas empedraban mis pechos. Traje roto de óvulo dice adiós. Carmín y el deseo serán los únicos rojos.                   Vida Sol en la cabeza y tierra en los pies. Partitura de raíces.                               Dimensión Neuronas en el cristal de la ventana. Son mías, salieron de mi cabeza: acoplan y manifiestan el cerebro que quiero. Debajo radica mi casa, órganos y músculos. Una neurona se aleja, junta con otras materias y regresa con sabores a selenio y café. Por encima de mí también son posibles las terrazas. ...

libros publicados

LIBRO X (LIBROS DE SAL, Bengibook, 2010), de Benita López Peñate

El alma me ha traído hasta aquí, muerte dulce que antecede al crepúsculo: el viaje es en la última capa, mi cuerpo no se destruirá. Adhiero mi boca al canal de mi pecho y bebo. Las pasiones son cuchillos que se clavan en la carne. En la cueva de tus brazos inhalo tu cuerpo: rincón del alma cuando te necesito. Con tu silencio fermento estiércol: abono con él mi tierra. Conjugación de ojos y labios y surge el verbo: el pensamiento construye los tiempos. El gusano tiene una sola dimensión, pero ¿cuántas dimensiones tiene la oruga si lleva una mariposa dentro? Miro a la isla y después a mí: necesito sus planos para construir mi casa. No importa que el tiempo me sea árido en ocasiones. Las flores amarillas de ahulaga y lilas de cardos son hermosas. Deposito mi corazón en la intemperie y escucho conversaciones: animales y plantas hablan en él. El agua no pesa Se entrega Se deja llevar Se deja caer Y ...

LIBRO IX DE LIBROS DE SAL, Benita López Peñate (Beginbook 2010)

Andarán tierra adentro hasta sentir firme la isla,  ya después mirarán de nuevo al mar: al otro lado está su tierra. Se necesitan nudos de mar   en el pecho para navegar la vida sabiendo que al otro lado pueden llegar vivos o muertos.  Velas de naufragio su piel negra.  Yace en el mar su juventud. Mira al mar en su piel negra. Es lo único que lo separa de su tierra. La niña afgana mira la brutal luz de occidente en el cielo. A su lado yace un niño afgano por luz de guerra. La niña afgana mira al cielo, no sabe si la luz de guerra  apagará su estrella. No creas, mi amor, en los dioses de Iglesias; en sus silencios de mentiras , silencios que meditan el pan amasando su ausencia,   silencios que rezan la paz rezando dios en las guerras. No creas, mi amor,   en sus dioses; que dioses son la luna, el sol, los mares, los besos, eres tú, es aquél, somos todos avanzando con amor los presentes. Puedo construir en versos...