Para reconocernos
nos miramos a los ojos
más que nunca.
Protección frente a la
pandemia.
Oculto el rostro tras la
mascarilla
la frente recupera
los cimientos de la luz.
Costumbre que nunca se
debió perder.
Los ojos de nuestros
ancestros.
Cuando la muerte desaparezca
y salgamos libres a la
calle
con el rostro al
descubierto,
ojalá los ojos no pierdan
el lugar que le
corresponde
en el edificio de la luz y
de la sombra.
Fotografía ojo de Hari : Gloria Cabrera
Autora texto: Benita López Peñate
Autora texto: Benita López Peñate
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