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Mostrando entradas de julio, 2020

Tocar la palabra en el agua de los ojos

Para reconocernos nos miramos a los ojos más que nunca. Protección frente a la pandemia. Oculto el rostro tras la mascarilla la frente recupera los cimientos de la luz. Costumbre que nunca se debió perder. Los ojos de nuestros ancestros. Cuando la muerte desaparezca y salgamos libres a la calle con el rostro al descubierto, ojalá los ojos no pierdan el lugar que le corresponde en el edificio de la luz y de la sombra. Fotografía ojo de Hari : Gloria Cabrera Autora texto: Benita López Peñate

Abanicos de hojas

Abanicos de hojas a la entrada de la casa. Me hizo ilusión recogerlas del suelo para airear las tardes. Quienes me visitan toman su hoja a la entrada, se sientan y comienza la tenue danza de aire y savia en el rostro. Al despedirnos se la llevan con mucho cuidado, como si fuera el mayor tesoro del mundo . Benita López Peñate

Un claro en el sol

Sombra en el suelo en medio de un sol de verano. Arboleda cercana. Abanicos de hojas calman la tarde. Un claro en el sol las copas de árbol. Frescor en el rostro. Benita López Peñate

Acequia

                                                                                           A mi hijo Airam, por acompañarme a los recuerdos de una                                                                                              acequia. Tierra esta origen de la madre. El agua corriendo por la acequia y nosotros deteniéndola a la entrada de cada surco. Cuando se llenaba, pasábamos al siguiente. Poco a poco el agua se iba yendo a la hondura de las raíces, quedando en la superficie  la tierra embarrada . Así...

Siembro en el corazón

Necesito  sembrar en el camino. La tierra más próxima a mí, está en el pecho, puñado de tierra sin distancia entre la semilla y el fruto: siembro hortalizas y ya me enraman las verduras, siembro árboles y ya colman mis labios la fruta. En el corazón el tiempo de siempre no existe. Son otras las horas. Benita López Peñate