Mi equilibrio
está en este surco
abonado de sueños:
dulzura de lo invisible.
Los sueños despiertan
en el cielo naranja
de un sol anocheciendo,
me alejan de la tierra
y alcanzo lo imposible.
De día musito
los
cantos de arrorró
para
que duerman
y se
queden conmigo.
BENITA LÓPEZ PEÑATE
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