Ir al contenido principal

A Loly Miranda Pestana


 Este poema lo escribí un día inspirado en Loly Miranda Pestana, en su trabajo y en su persona como Psicóloga en el Centro de Igualdad de San Bartolomé de Tirajana. Forma parte de un libro que publiqué en el año 1998, Miradas de agua. Muy mejorables son sus versos, tal vez ahora los escribiera de otro modo, pero al menos algo de ella son capaces de transmitir. Trabajamos juntas 25 años, desde 1992. Años difíciles, pero también de pasos hacia adelante, de mujeres queriendo reconstruir sus vidas a pesar de la inexistencia de ayudas económicas y de leyes específicas contra la violencia sexista. Mujeres que llegaban a Loly buscando la esperanza de su escucha. 

Este lunes falleció. Le gustaban mucho las mariposas y también las lunas. Andará por ahí arriba.



Comentarios

Entradas populares de este blog

La infancia

Arcilla de memorias la infancia en mis manos armando surcos. La tierra ya la tengo y también el agua, arterias de acequias pigmentan en el aire acuarelas de tomateros.   Fotografía: Celedonio López Texto: Benita López  

Horas por mí encarceladas

    No quiero ser mujer en queja                      pero mientras limpio la casa pienso que podría estar en otro lugar, son extraordinarias las horas de los días libres, horas de mente vigorosa de amanecer el día sin obligación de entrar en el camino del salario, horas que siento perder en estas tareas, horas distintas a las horas de lunes a viernes, días estos de horas polvorientas que se arrastran por la tarde con el peso de la mañana, horas que no me desccubren alegría en las cosas.  Si viviera en otro sitio, quizás no fuera así, un lugar más verde, más húmedo, no tan seco. Pero todos los lugares tienen sus miserias. Los sentimientos que ahora me golpean se deben a un mal uso de las horas, es una pena tan grande destinarlas a tareas que podría realizar con mis otras horas, con las horas sucias, las horas cansadas, aunque no las termine y las deje para el día siguiente o para el otro, o para cuando pueda, no pasar...

Cuaderno para Jana

1 Vida en mis brazos. Después de dos muertes importantes, nace mi nieta. 2 Cuando te fuiste,             cuando te estabas yendo, te acompañé de margaritas;   y hoy, nace tu nieta y en el jardín también hay margaritas, y vuela una mariposa, se acerca, revolotea y viene otra y la acompaña. Vuelan juntas y se van por caminos diferentes. 3 La luz, Jana, la luz trenzada, siempre búscala, detente en las líneas, verás como tus ojos se abren en luces pequeñitas. Te vendrán luces grandes, luces grandes del sol, pero nunca desaproveches una luz pequeña; por mucho que te digan que vayas a lo grande, no hagas caso, te pueden confundir, ¿lo grande, Jana, ¿qué es?             4 ¿Ves esta tunera? Si la observas despacito verás que también es belleza las pequeñitas cañas   de espinas. A...