Es un corazón.
Los latidos en su
piel
son alas.
Salió volando
de aquel pecho
poeta
que viene allá
corriendo.
A veces el corazón
se escapa
cuando ve tierra cerca:
necesita tocar el barro
latiendo el bosque de su isla.
No lo interrumpas,
está escribiendo
latidos del mundo.
Fotografía: Airam Hernández López
Texto: Benita López Peñate
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