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Mostrando entradas de mayo, 2020

Mujeres salvadoras

                                         A mi cuñada Susi, por ser… De esas mujeres que existen en todas las familias, mujeres que al cuenco de sus manos van todas las lágrimas y a sus hombros van todas las cargas, porque son mujeres de escucha, mujeres optimistas, que no se precipitan, llaman a la calma, como la orilla quieta de un mar en tormenta. Mujeres salvadoras, salvar es su sino, y nadie las consuela, ellas lloran a solas. Podría renegar y no ocuparse de nadie, y decir: «Es mi momento, escúchenme a mí,  denme un hombro para llorar, denme el cuenco de unas manos para llorar». Podría decirlo y encontrar a mujeres que la escuchen, que recojan sus lágrimas. Pero ella necesita seguir. Cuando encuentra un hombro, se detiene; pero ese hombro enseguida reblandece porque ella es distinta, es como una esfinge, como una santa: un corazón bueno puede ayudar a un corazón s...

Primavera 2020

1 Mirar al mundo, no mirarme a mí ni al otro. Mirar al mundo, a la compañía que el mundo da. La noche delata gente viviendo. A lo lejos, luces de un pueblo. El camino para llegar está en la oscuridad que lo rodea A esta estrella cerca de mí  pedirle que limpie las mentes oscuras del mundo. 2 Arbusto florecido en la autopista refracta corona fúnebre en mi cabeza. Días de pandemia. Miedo calado hasta los huesos. Campos verdes, amarillos. Pasa la neblina más espesa y  nada se ve. Color humo, color negro, color fuego y se diluye como la vida misma. Los momentos malos, pasan; y después, conformarnos con lo que queda tras la niebla: a veces, pletórico; otras veces, no tanto. Lluvia cernida de primavera. Gota de agua refresca los labios de mi hijo en el envés de una hoja. (Fotografía: Airam Hernández López) Gotas de lluvia cuelgan de las tuneras. Agua libre de espinas. (El gua del cielo se puede beber aunque sea en campos po...

Primavera en tiempos de pandemia

Cómo puede florecer tanta belleza entre tanta espina, cómo puede florecer al borde de su herida, cómo puede echar para fuera como si fueran puños los futuros frutos. Ahí están los tunos, hacia afuera, en los bordes de las paletas, de su paleta mordida al borde de la flor de un futuro tuno. La naturaleza tiene herramientas, la tunera tiene que seguir adelante. Benita López Peñate