miércoles, 18 de septiembre de 2019

Gallinas y gallos



¿Por qué hay gallos? Tal vez porque donde hay gallinas, hay gallos. Sin gallos, no hay gallinas, y sin gallinas no hay gallos, no habría huevos para para criar dentro del cascarón futuras gallinas y futuros gallos. ¿Se podría romper este cascarón, que nunca existiera? Yema y clara. ¿La claridad desaparece cuando la yema tiene ya al futuro gallo, futura gallina? 
Bello el gallo de plumas anaranjadas, negras, blancas, azules, verdes y cresta y barba rojas. Todos deberíamos ser gallos y todos deberíamos ser gallinas, como esta gallina negra, pequeña, esbelta, con su minúscula cresta roja. Ella siempre buscando, buscando para el pico, buscando para el nido, siempre buscando. Y él siempre  alerta, con canto de reloj que también busca, pero levanta más la vista. 
(Mi sentimiento a veces se viste de gallo, se engalana y emite su canto abandonando el sentimiento de gallina...)

Benita López Peñate

Pensamientos



1

Hay que tener una luz blanca. 
Las únicas flores que se ven de noche en el jardín son las flores blancas.

2
Un cementerio nos acompaña. En su buzón vamos depositando las cartas de las cosas muertas.

Benita López Peñate

Convento

De los muros de piedra derruidos
a los muros sólidos de un convento.
No estaban tan desgastados los sueños.
Un acuerdo de canto me resguarda.



2


Muros derruidos, muros sólidos, muros de corcho, muros para cada cosa. Pero me faltan muros,  me faltan muros por desconocimiento de materiales diferentes a la piedra, a los cantos, al corcho. Por favor, que sean siempre muros de la naturaleza, con ausencia del ser humano en el inicio.

Benita López Peñate

                                                 





jueves, 12 de septiembre de 2019

Unida al camino


Acordarme de dónde vengo
para saber donde estoy.
Al otro lado de este lugar tan seco
brotará la música del barro.
Desprendida del camino,
¿dónde estoy yo?

Benita López Peñate

lunes, 9 de septiembre de 2019

De noche



Que se vayan de mi mente
todas las guerras del mundo
y solo quedes tú
para mañana cuando despierte
volver atenta al mundo.
Que se vayan de mi espalda
todas las mujeres y niñas muertas,
todos los hombres y niños muertos
y solo queden tus caricias:
mañana cuando despierte
volverá mi llanto por el mundo.
Benita López Peñate

Majano de sueños


Música de pedregal
son nuestros pies abriendo paso
en medio de un semillero de piedras.
No es triste el pedregal:
papiros de lava antigua
donde fue tierra de cultivo;
bajo un desierto de piedras
palpitan semillas nuevas:
majanos  por construir;
Este hombre que va a mi lado
semeja una isla,
la cordillera de sus hombros
guarece ríos.
No cesa de caminar
donde palpitan los surcos:
sus piernas son majanos de sueños.
Benita López Peñate
(El Canario, julio de 2019)


Inicio

                     Cuando tienes un inicio, no puedes renegar de él.
                Hierbas que dan luz cuando el sol llega.

                (Benita López)

viernes, 6 de septiembre de 2019

Acequias



Cauce de piedra:
El agua corre sin detenerse
para llegar a un lugar.

Cauce de tierra:
el agua llega por donde pasa.

¿Cuál de los dos cauces?

Verde al final del camino
y verde  mientras el agua está sucediendo.


Benita López Peñate

Memoria de semilla






Estanque de tierra sin agua.
En el fondo de barro seco
crece un tomatero.

Caracol


Hileras de muros
en tierra de cultivo abandonada:
Hombros para sostener los brazos.

Aunque los sueños desvanecen
siempre quedan muros
para apoyar la espalda
y tierra para apoyar los pies
dando fe de que el sueño existió.

Benita López Peñate

Estanque de tierra


Estanque de tierra. Cuando llueve, el agua viene aquí. En la montaña tiene el camino. No es de hormigón ni de piedra ni de hierro. Es solo un estanque de tierra. La primera agua en llegar se oculta y  no se la ve, desciende  y cuando ya es agua sobre agua, rezuma  la superficie: debajo de ella es solo tierra anegada de agua. Y tienes miedo. Miedo porque a tus ojos el agua llega y se va y piensas que este sostén que has construido con tierra no la contendrá, no la guardará  para cuando la necesites para alimentar tus tierras. Y el milagro, agua sostén del agua, sucede: el agua no se oxida, no se agrieta, no se rompe, subyace en lo invisible, en lo oculto y ahí solo beben los futuros cantos de semilleros, que es casi nada, que no es nada, porque ahora nada en la superficie sostiene. No sostiene a un bosque, no sostiene ramaje, solo a la misma tierra que está bajo de lo visible sostiene. La única agua que se aleja es la que se lleva la luz. Y si tal vez existiera otra agua que se pierde sería madeja de hilos que la tierra atesora abiertos  para comunicarse con otras tierras.  Pero está tan empapada que el barro se tranca y es en la tierra cerradura que no deja pasar al agua. Puerta herméticamente cerrada, puerta que no es puerta, cerradura que no es cerradura en este edificio de tierra y agua sólidamente sellado. Ahora solo es un estanque de tierra sin agua. Brilla en la superficie un círculo de musgo naranja. Necesita un sello, un sello para volar. En los alrededores, sin alejarme, permanecen mis alas, las alas de una semilla dispuesta a alzar el vuelo.
Benita López Peñate

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Niña aparcera

Arrima su espalda a la pared.
Al otro lado del muro
jugaba de niña en el colegio.
Si es una niña que trabaja, cuídenla.
Sobre sus hombros caen los surcos de tomatero.
Benita López Peñate

Un poema haikus de mi hermana Ana, en Playa Blanca (Puerto del Rosario, Fuerteventura)

                En noches libres             los cantos de las pardelas.               Suave murmullo.   Fotografía: Ana López Peñate Poema:...