I
Por qué siempre
Por qué siempre
Jesucristo en imágenes de sangre;
por qué no el hombre
de los demás tramos del camino:
el hombre cotidiano.
Sería más real…
de los demás tramos del camino:
el hombre cotidiano.
Sería más real…
Sin embargo
en esta Iglesia
la muerte se muestra sola,
no le acompaña la vida.
De todas las horas,
en esta Iglesia
la muerte se muestra sola,
no le acompaña la vida.
De todas las horas,
siempre nos quedamos las horas últimas:
horas colgadas de una cruz.
II
Pasillo de supermercado.
A la izquierda el vino
de uno y dos euros;
ahí se detiene,
dando la espalda
al vino de más precio.
al vino de más precio.
Su rostro destila tristeza,
sabe lo que está comprando:
techumbre de vid inexistente.
III
Salario de pobreza.
Ramas de olivo ausente
en el carro de la compra.IV
Cemento y pintura en la ropa
y sequedad en el rostro.
La tumba no dista lejos,
veinte años, no más.
¿Qué le anima
en la construcción diaria del surco?
V
Telaraña tatuada en el codo.
Articulación es la araña.
El cerebro también lo es:
araña reina.
Nuestro cuerpo es la red.
VI
Una estrella acorta la distancia;
hila los puntos en línea recta
a donde el suelo mira:
lo más alto.
Todo cuelga de una estrella,
línea trazada
a donde llega lo ascendente.
Para unir lo del suelo
ineludible un camino para cada uno,
unidos en un centro
balanceamos cuando la verticalidad acaba.
BENITA LÓPEZ PEÑATE