sábado, 18 de septiembre de 2021

Recogimiento


 

Recogimiento.

El caracol en su concha

rodeado de mar.

Agarrado a la piedra

las olas no lo tumban.


Benita López Peñate

domingo, 12 de septiembre de 2021

Aparcería


 

1

A un lado la montaña

-cuarterías blancas y socos de caña-,

al otro lado la playa

y en medio escultores de surcos

armando la tierra con el sacho.

Las mujeres lavan en la acequia y rocían los patios.

Los niños y niñas juegan con palos y verguillas.

Se avecina la zafra, se desandan las cucañas.

Sombreros y pamelas las mujeres y hombres.

Tiras de platanera, se hace la latada,

 la semilla se planta, se riega, enguana y raspa la hierba.

Se deshijan y amarran los tomateros

a la primera y segunda caña.

Trabajador a la parte, flores amarillas llenan de tomates

los fardos en la cintura, las cajas en los bajantes

por un anticipo que no se desquita nunca

y se debe siempre a quien pesa en el almacén la fruta.


Termina la zafra, vuelven las cucañas y los baños en la playa.

Se desliza la tarde, baño de agua dulce

en el afluente de un risco junto a la playa.

Regreso a la cuartería. 

Conversaciones en los patios.

 Se encienden las velas.


2

En la caja de tomate

va la sangre de mi familia.

Pesa treinta kilos.

En el recibo usted pone: 10 kg. de apto,

15 de tara y cinco de verde.

Deme la sangre que falta. Es mía.


3

En la caja de tomate

ondea la sangre

del sudor derramado en el surco.

Presencia el pesaje y exige su fruto.

Se aleja, el capataz lo apunta.


Son las tres de la madrugada.

El viento ruge en los techos de plancha.

Ladran los perros, se despiertan los niños,

la Guardia Civil toca en la puerta.


Se desangra la luna llena,

aúllan los cardones y tabaibas,

La mujer destila su pena.


Escurren las montañas de relentada.

El sol asoma en el agua.

Por el camino de tierra

regresa caminando el aparcero Celedonio.

Fotografía: Francisco López

Autora del texto: Benita López Peñate. (Libros de sal, Beginbook, 2010)

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Un águila


 A mi padre


Posado en lo alto de la cumbre

un águila prepara su viaje.

Durante horas mira animal serio

la seriedad quieta del mar,

la majestuosa magnitud de agua.


Con semblante enjuto, de rasgos ancestrales

comienza el ascenso, dueño del primer aire

que bordea la altura de su estatura.

En la otra isla vive un hijo, un hombre que habla

con las almas de los árboles y animales:

un hombre calladamente callado, en silencio callado.



Toma el águila en sus brazos al hombre

y lo arropa en el calor de sus plumas.

Hermosa canción de arrorró

el corazón del hombre en las alas del águila.


Saca el sol del agua sus alas amarillas.

Comienza el avance de la luz.


Imagen: Airam Hernández López

Texto: Benita López Peñate ( del libro dedicado a mi padre "Libros de sal", Editorial Beginbook, 2010)


Un poema haikus de mi hermana Ana, en Playa Blanca (Puerto del Rosario, Fuerteventura)

                En noches libres             los cantos de las pardelas.               Suave murmullo.   Fotografía: Ana López Peñate Poema:...