sábado, 26 de septiembre de 2020

Savia de libertad

 


                                                                                            A Airam, Evaluna y Jana

Los pájaros también se posan en los árboles secos. ¿Es motivo suficiente para no limpiar el bosque? Y si no existiera bosque, sino arbustos nacidos al azar, sin más verde alrededor y, por ello, por nacer al azar, en tierra de agua esporádica por no ser tierra de lluvia, naciendo solo de rocíos nocturnos de mera humedad,

cuando las raíces crecen no tienen el sostén de agua suficiente para que corran las acequias de savia y mueren y ahí permanecen en pie, ¿es motivo suficiente que los pájaros se posen en sus ramas para aceptar que cubran el horizonte con sus ramas secas frente a la casa? ¿Sería imagen hermosa para los ojos de mi hijo y su familia cuando al amanecer abran las ventanas? Sí,  podría ser motivo suficiente en una lectura de sensibilidad sencilla. Aunque el pasado, el presente o el futuro tengan ramas secas, estas ramas sostienen voces de cantos y alas; vienen los pájaros y los toman como sustento para el canto, o como estación para detenerse: son campos de juegos, o campos para dormir, o campos para descansar cuando buscan en derredor alimentos para sus picos o ramitas para sus nidos. Si vienen, algo han de tener; y si hay canto, y si hay alas, y si hay vuelos algo de espíritu de libertad tienen esas ramas. Pero está la otra lectura. La imagen alegre de los pájaros saltando de unas ramas a otras de un árbol seco

puede llevar a la no limpieza del bosque cuando es necesario, a la no limpieza de todo lo que impide ver el horizonte: el anclaje a cosas de la vida que ya están muertas y que se apropian del alma humana como si fuera un cementerio, alma cementerio de cosas muertas. Ante esta disyuntiva decido quitar los arbustos secos frente a la casa que hasta hoy ha sido la casa mía pero que a raíz de mañana será la casa de mi hijo, raíz que quiero tenga agua siempre, que no haya rastrojos que obstaculicen los caminos naturales del agua.

            Benita López 24 de septiembre 2020

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Imagen de la calle

Los codos en las rodillas
y la cabeza en las manos.
Qué tendrá en la mente
que tanto le pesa.

Soledad de pandemia. 
La gente pasa
y nadie se detiene.



Benita López 

sábado, 12 de septiembre de 2020

Un gato

 Un gato negro

a la luz de una farola

caza ratones.

Igual que una sombra

acecha detrás de un arbusto.

Benita López Peñate

domingo, 6 de septiembre de 2020

Septiembre 2020


1
La pandemia vacía las calles.
Nos encierra dentro de las casas.
Ojalá no sea encierro la casa
ni la calle sea vacío:
de la casa palpita la calle
y de la calle respira la casa.
               
2
Un pájaro
picotea las montañas
y también las llanuras,
los barrancos,
las laderas.
Alguien le pregunta,
¿Qué estás plantando?
Y él responde:
 La nada.
Para que el ser humano
cuando despierte
tenga que comenzar de nuevo.
                              

3
Hago nidos en la noche.
Texturas algodonadas en mis dedos
escalan las durezas.


De nido en nido alejo
esta tranquilidad  agachada
de incertidumbre.

Son los nidos
telescopios para mi mente.
Cuando llego a la cumbre
de la pared de mi cabeza
son otros mundos los que se abren.
                              

4
Regreso de la calle.
Dentro de la casa,
continuo con la mascarilla puesta.
A todo se acostumbra uno.

5
Tras la mascarilla
los ojos son lo único que se ve.
Ritual de embellecimiento
para salir a la calle:
lápiz de ojo
y pinturas de párpados.
Barra de labios solo en casa.
               

6
Horizonte azul.
Puede ser de cielo o de mar.
Desconozco el pueblo.

Duda de azul
mientras camino
la calle empinada.

Espejismos...
Por un instante
o para toda la vida.

Benita López Peñate

África


Desposeídos
de la tierra y del agua,
solo el polvo
cultivan sus manos.
El imperialismo
vacía de tierra el continente.
Benita López Peñate

Un poema haikus de mi hermana Ana, en Playa Blanca (Puerto del Rosario, Fuerteventura)

                En noches libres             los cantos de las pardelas.               Suave murmullo.   Fotografía: Ana López Peñate Poema:...