SUERTE
DE ARENA (del libro Pensamientos Poéticos de Benita López)
1
Espalda
de sol.
Giro
y lo veo a él.
Cuántas
cortinas por abrir,
tantas
como soles en mi espalda.
Desde
el inicio
hay
una cordillera detrás;
la
descubrimos con los años,
cuando
el mar no absorbe nuestros ojos
y
caminamos senderos de arena
entre
la tierra quieta
y
el agua moviéndose.
3
Si
olvido lo que trabajé
descubro
guirnaldas de circonitas
en
los majanos de piedra.
Qué
bueno es olvidar
el uso que le daba a la tierra
por momentos
el uso que le daba a la tierra
por momentos
para
ver también las otras cosas.
4
Trastienda
de la sonrisa:
camerino
donde rie y llora.
Atiende
las mesas
olvidando
los vasos comunicantes
vacíos
y llenos de su espalda.
Escenario
público
cuando
salimos a la calle:
la vida es un arte.
5
Espigas
de caña en la orilla.
Tal
vez no vengan peces comunes,
pero
siempre viene el pez distinto,
el
pez que anida los mares interiores:
engodo
de silencio aquieta el alma en la caña.
6
Bordeando
las playas anteriores
alcanzo
la playa de siempre;
no
supuso lejanía,
anduve
el camino descalza:
piedras
pequeñitas despertaron
partes dormidas de mis pies.
7
Castillo
de arena.
Tanta
paciencia y tiempo
desasidos en breves instantes
si
la lluvia o el viento vienen.
Tal
vez la noche venga tranquila
y
al amanecer se repongan
los
perfiles dormidos.
El artista nunca abandona su obra.
El artista nunca abandona su obra.
Vendrá
mañana, y el otro, y el siguiente
hasta
que llegue el momento
de
dejarlo a su suerte de arena.
También
él correrá algún día la misma suerte.
8
Dos gaviotas en el inicio del
camino.
Si se diera la casualidad...
Se levantan y posan lejos varias
veces
cuando me acerco.
Es casualidad, pero están ahí:
al final del camino.
Qué casualidad más esperada.
9
Y la isla seca...
Y su mesa sin agua
y su mesa sin tierra
y sin embargo
se lamenta:
se lamenta:
día de playa nublado.
10
Sensibilidad de barro es suficiente:
Veroles en los tejados.
11
Has estado
donde más adentro se puede estar:
has venido en sueño.
12
Huellas en las piedras son las que
quiero.
Las huellas en la arena se borran
enseguida.
Benita López Peñate, (del libro Pensamientos poéticos, inédito)