HIMAR
Toma mi pecho, coge mi corazón,
y la vida si fuera preciso;
mi camino ya es largo
y el tuyo recién comienza.
el árbol tiene muchas hojas para escribir,
le dice en arrorró la abuela al nieto.
En la pizarra de la noche
escribe con tiza blanca
las vocales y consonantes del nombre HIMAR,
con la misma certeza
que escribía el abuelo números y signos.
Benita López Peñate